Foto: Carolina Bejarano
Bajando uno a uno los peldaños de mi cosmosdescubro las mil cámaras secretas y los tesoros que albergan
Hay en ellas belleza como el oro cierto que del universo llega hasta mi centro
La luz inigualable de mi guía que resuena con la música de las esferas
se abre ante mis ojos para revelar la grandeza del ser que habita mis rincones
Descubro un corazón siempre alegre y abierto al infinito de los otros corazones,
me sorprende la capacidad de mis órganos para expandirse
en los alcances sin límite del amor universal
Me encuentro con ideas que vibran al unísono con el soplo de la galaxia que me nombra
y los sentimientos son dulces de diamante que se derraman
en la cascada infinita de mi risa infantil como el sol
Por las dos ventanas estelares de mis ojos
miro al mundo con el amor de siempre
y conecto el recinto de mi alma con el eco del alma esencial
de cuya fuente brota todo cuanto existe
Hay una sorpresa en cada uno de mis pasos
porque ante mi vista se está abriendo la mina inagotable que nunca se ha ido
Hay un volver adentro y rescatar del fondo de un olvido atrevido
al ser que soy y que escondo, al ser que el miedo quiere arrebatar de mí
Hoy me entrego renovada al cosmos,
segura de que el sustento no puede venir de fuera
Me asumo mujer-ser y por eso mismo joya preciosa
Me conecto con mis alas y mis raíces,
segura de hallar en ese juego—la danza cósmica del ying y el yang—
el l equilibrio cierto que me pertenece y que únicamente yo puedo transmutar
Doy gracias por saberme tan divina cuanto el cosmos infinito,
por saberme inagotable en mis alcances,
en el amor y en el servicio
Ahora las cámaras están abiertas en proyección directa al infinito,
se han sanado las grietas y de brillo celestial cubierto sus rincones
No hay, pues, nada en el mundo ilusorio que pueda apartarme de la senda
que conecta mi plexo con el silencio perfecto
del cosmos que me teje…
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