Universo en expansión: Noméling
Un día, de pronto, te sientas a pensar
y decides encontrarte con lo profundo de tu ser,
el sustento del mundo.
¿Cuál es tu papel, mujer,
en este juego inverosímil
que llamamos vida cotidiana?
¿Cuál tu distintivo ante aquella fe ciega de la raza humana
que quiso otrora convertirte en ideal, en yugo,
en ausencia o presencia
—la moneda de dos caras—
en fortaleza y fragilidad?
¿Cuál tu lado del tablero?
¿Acaso es posible estar siquiera cerca a
lo indefinible de tu esencia?
Tal vez lo complicado no sea eso
y te defina más que nada
la simpleza del ser per se,
aquel que se transforma para la vida
en cúpula receptora para los días de los otros.
Quizás la clave radique en la quimera misma,
en la certeza propia de dadora.
Vano el cuestionarse por tu esencia,
porque eres ser de múltiples instancias,
de posibilidades sin nombre
y de causas…
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